Aunque me dicen Totó porque era lo que repetía todo el tiempo cuando era niño. Desde temprano tuve una computadora, con la que jugaba, programaba y dibujaba. Me interesé enseguida por los efectos especiales, me preguntaba cómo hacían los dibujos para moverse en la TV y desde ese momento fui buscando herramientas para crearlo por mí mismo. Fui a la ECU, y como la carrera que terminé desarrollando no tenía una propuesta formal en Uruguay, tuve que armarme un camino autodidacta que me permitió desarrollar un método en la formación y en el trabajo basado en la innovación permanente.